Aún para muchos, el comprar una propiedad a futuro en verde o en blanco, significa recurrir a un recurso financiero casi obsoleto, dejar en promedio unos 36 o más cheques para el pago del pie, cada uno de estos con una fecha distinta, cuidando de no equivocarse en ninguno de los ocho campos que se “llenan a mano” 8 campos, en firmar correctamente, etc. Hoy esto ya no es así, pues los pagos digitales se están tomando este espacio, entregando mayor rapidez, transparencia, facilidad, seguridad al comprador y sobre todo disminuyendo la fricción y el estrés al momento de la compra, algo que tomaba horas hoy puede demorar un par de minutos.
Si retrocedemos 20 años, el uso del cheque era habitual. Todos los que podían acceder a una cuenta corriente manejaban una chequera en forma “normal” hoy, ya no lo es, los jóvenes muchas veces no conocen lo que es una chequera (menos hacer un cheque), ni siquiera han pedido una en sus bancos. El acceso a crédito es a través de tarjetas y el pago digital o “RedCompra” se ha expandido y la tecnología está disponible en casi todos los ámbitos de la vida, no obstante, el financiero en el sector inmobiliario se había estado quedando atrás.
“Facilitar los procesos de compra para que todos puedan acceder, es una de las misiones de Rent Invest”, quienes son expertos en administración de activos inmobiliarios y venta de propiedades tanto en entrega inmediata y como en futura, así lo explica su CEO Juan Pablo Contreras quien agregó “hemos sido pioneros en la industria inmobiliaria, en conjunto con UPago, socios tecnológicos de Rent-Invest, hoy nuestros clientes realizan sus pagos en forma segura y 100% online para reservas de propiedades, recaudación de cuotas mensuales de los pies, entre otros servicios. Dejamos el cheque atrás”.
“Hoy más empresas de nuestro rubro y de otros mercados se han sumado a esta forma de operar, por los beneficios, que por ejemplo pueden ser acumulación de puntos, la trazabilidad de los pagos, la conciliación bancaria y los ahorros asociados a la tecnología y el reemplazo de operaciones manuales por procesos digitalizados y seguros”.
Si bien este cambio a lo digital se viene dando desde 2016, la pandemia, así como en muchos otros negocios, aceleró el proceso y hoy es prácticamente un desde, para quienes trabajan en este rubro.
La transformación digital implica, según Contreras que “los procesos de compra se deben hacer más amigables, con una mayor cercanía con el cliente. La tecnología financiera da acceso a personas que no tenían la chequera tradicional, que no tenían el tiempo necesario o simplemente desconfiaban de un proceso que dependía de la custodia física de los documentos, con los riesgos que eso implicaba”.