En la calle Burgos y a una cuadra de la estación del Metro Alcántara, en pleno barrio El Golf, dos casas abandonadas contiguas tienen en la pared que da a la calle un cartel que dice: “Propiedad de la Embajada de India”. Ambos inmuebles están destinados a la construcción de un proyecto residencial de vivienda del embajador de ese país y otras tres viviendas para representantes de esa misión diplomática.
El sitio destaca en esa zona de la comuna de Las Condes ya que tiene un tamaño de 54×54 metros, superficie dentro de la cual las cuatro viviendas proyectadas ocuparían 1.979 metros cuadrados, la mitad de ellos correspondientes a la edificación destinada al titular de la embajada.
Sin embargo, hasta el momento, las obras no han iniciado, pese a que la Municipalidad de Las Condes aprobó los permisos de edificación respectivos en noviembre de 2018.
Iglesis Arquitectos, la oficina a cargo del proyecto -liderada por Jorge Iglesis-, relata que el Ministerio de Relaciones Exteriores de India no ha dado luz verde todavía a la construcción y que en el tiempo transcurrido se mantienen honorarios impagos a los profesionales encargados.
Compás de espera
La historia de este proyecto residencial se remonta a 2014, cuando la Embajada de India publicó un concurso para encontrar a la oficina de expertos a cargo del proyecto.
A comienzos de 2015 adjudicó el contrato a la firma de Iglesis, la que empezó a trabajar de inmediato en el diseño, además de coordinar a los ingenieros, topógrafos, mecánicos de suelo, entre otros profesionales.
Después de tres años de trabajo, se obtuvo finalmente el permiso de edificación y, según Jorge Iglesis, fue a principios de 2019 cuando la nueva embajadora, Anita Nayar, aseguró que agilizarían la construcción. Cuenta el arquitecto que durante el año intercambiaron los planos del diseño final con la delegación diplomática y que estos eran enviados a Nueva Delhi para su revisión. “Esperábamos cuatro o cinco meses” para obtener una respuesta, indica.
Luego, y previo al estallido social,
Llegó a Chile una delegación desde la nación asiática para cerrar el acuerdo con una constructora y así iniciar las obras; pero, finalmente, no se llegó a un acuerdo con la empresa y no se firmó el contrato definitivo. “Como no resultó la negociación, se fueron y ya se olvidaron”, apunta Iglesis.
El arquitecto reanudó el contacto con Nayar en 2020, pero ella le habría señalado que se encontraban ocupados debido a la pandemia. Y, desde entonces, su oficina no habría vuelto a tener contacto con la representación diplomática.
Iglesis sostiene que al equipo profesional involucrado, que suma 30 personas, se le habría pagado solo el 40% de los honorarios acordados. “No se sabe si se va a seguir el proyecto o si se van a pagar los honorarios que faltan”, asegura el arquitecto.
Consultada al respecto, la Embajada de India no emitió una respuesta.
Fuente: Diario Financiero