La cartera desglosó a los beneficiarios de una de las medidas de la reforma tributaria. En ambos casos cerca del 70% corresponde al tramo más bajo de ingresos entre quienes pagan impuesto a la renta, entre $ 804.533 y $ 1.787.850.
La tramitación de la reforma tributaria sigue su curso: hoy lunes se votará la idea de legislar el proyecto de ley en la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados. El gobierno ha reiterado que el llamado pacto fiscal no implicará cambios en la carga tributaria para el grueso de los contribuyentes, y que se enfocará en los de mayores ingresos. Incluso considera ciertos beneficios impositivos para gastos relacionados con cuidados y arriendo de viviendas.
Con foco en la clase media, ambas deducciones apuntan a descontar gastos para reducir la base imponible del impuesto Global Complementario, y según estimaciones del Ministerio de Hacienda, unas 896.440 personas se beneficiarán de estas medidas.
La exención sobre cuidados familiares se enfocará en quienes cuidan a menores de dos años y a personas con grados de dependencia severa. Se resalta su perspectiva de género -ya que estas labores suelen recaer sobre mujeres- y permitirá deducir de la base imponible del Global Complementario los gastos asociados a servicios de cuidado de dichos grupos, con un tope de 10 UTA anuales, o $ 550.000 al mes.
Hacienda calcula que cerca de 410.695 contribuyentes se beneficiarán de esta medida. Por ingresos, quienes perciben entre $ 804.533 y $ 1.787.850 al mes -el tramo 2- concentra la mayor cantidad de potenciales beneficiarios: 288.547 personas. O sea, el 70% del total.
En el grupo siguiente -con rentas desde $ 1.787.850 a $ 2.979.750 mensuales- se favorecerían más de 113 mil personas (19%), proporción que se va reduciendo a medida que aumentan los ingresos.
De hecho, se proyecta que en el segmento que percibe entre $ 5.363.550 y $ 7.151.400, solo 5.385 personas se beneficiarán de esta exención, o sea el 1% del grupo considerado (ver tabla 1). “En ese sentido, la propuesta se hace cargo de ir en apoyo de las personas que pertenecen a la clase media del país”, reitera Hacienda.
Arriendo de viviendas
La segunda exención permitirá descontar de la base imponible los gastos en los que se incurre para arrendar una vivienda, con un tope de 8 UTA al año, o $ 450.000 al mes.
Esto se traduce en que si una persona gasta en arriendo $ 1.000.000 al mes, podrá deducir de su base de impuestos hasta $ 450.000 y tributar por los $ 550.000 restantes.
Los cálculos de Hacienda revelan que 585.670 contribuyentes se verían beneficiados por esta medida, y nuevamente el grueso corresponde a quienes están en el tramo 2, que ganan de $ 804.533 a $ 1.787.850 al mes. Son 400.049 personas que equivalen al 68% del total.
En esta exención se repite que a medida que aumentan los ingresos son menos los contribuyentes favorecidos: en el segmento más alto, de quienes perciben $ 7.151.400 o más, serían solo 1.711 los beneficiarios, menos del 1% del total.
“Uno de los principales motivos de esta distribución es que a mayores ingresos el número de propietarios aumentan y el de arrendadores disminuye”, aclara Hacienda, y detalla que, de acuerdo a la Encuesta de Presupuesto Familiar de 2017 y datos del Servicios de Impuestos Internos (SII), en el tramo 2 un 69% de las personas es propietaria de una vivienda, mientras que en el 7 (el más alto) aumenta a 88%. Esto “muestra que el beneficio se encuentra fuertemente orientado a la clase media”, recalcan.
Para esta exención también se desglosaron los beneficiarios por grupo etario y género, lo que refleja que la medida tendrá un fuerte impacto sobre los jóvenes. El 41% de los beneficiarios tiene entre 26 y 35 años, de los cuales el 39% son hombres y el 45% son mujeres, frente al 3% de 66 años o más
Fuente: Diario Financiero
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